En el año 2011 se celebraron unas elecciones autonómicas en Asturias. Estas elecciones se repitieron en el 2012 ya que el partido mayoritario, FORO, no pudo ponerse de acuerdo con alguno de los otros para sacar adelante los presupuestos.
A día de hoy y teniendo en cuenta que la investidura es el próximo 22 de mayo, no hay un acuerdo entre las distintas fuerzas para formar un gobierno o por lo menos alcanzar un acuerdo de legislatura. Parece que nos encontremos en la misma situación que en el 2011, pero hay alguna diferencia.
Desde mi punto de vista la mayor de ellas es que Foro y PP, en esta ocasión, sí que han sido capaces de llegar a un acuerdo. La pregunta siguiente es inmediata ¿porqué antes no?, ¿acaso han cambiado los programas?, la respuesta también es inmediata, nada ha cambiado, nada excepto que las urnas les han dado unos resultados que no esperaban.
Otra diferencia es que UPyD ha irrumpido en la escena política asturiana.
Muchos en estos días, añaden a la anterior circunstancia la coletilla de que la gobernabilidad del Principado depende únicamente de UPyD, lo cual, a la vista de los gráficos es algo completamente incierto. Una coalición de PP y PSOE (27) como la que ha gobernado el País Vasco hasta ahora facilitaría el gobierno de la comunidad y también una alianza entre FORO-PSOE (29) y ambas dos con la particularidad de que contarían con más escaños y por lo tanto aceptación popular que las otras dos posibilidades que todos los medios de comunicación se empeñan en mostrar como únicas posibilidades, a saber: FORO-PP-UPyD (23), PSOE-IU-UPyD (23).
También resulta distinto, paro esto ya a nivel nacional, el hecho de que una formación que se considera "llave" no negocie ni consejerías, ni vicepresidencias, ni tan siquiera puestos en el gobierno. Es raro por no decir insólito, el hecho de que un partido se aferre a su programa y lo defienda a ultranza y lo más sorprendente es que todo el mundo se lo recrimine en aras de una supuesta responsabilidad política que a los otros partidos no se les exige. Supongo que si para todo el mundo es válido el hecho de que PP y PSOE no pacten entre si porque poseen posiciones irreconciliables, debería ocurrir lo mismo con UPyD que ha hecho bandera de la reforma de la ley electoral como moneda de cambio para acuerdos de legislatura.
Ésta es mi visión de lo que ocurre en Asturias, una realidad completamente diferente a lo que nos pretenden vender desde los grandes medios de comunicación, la cuestión siguiente será el preguntarse porqué.
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