miércoles, 26 de septiembre de 2012

25S.

Cosas que pasaron ayer:

- Adolfo Suarez, ex-Presidente del Gobierno y uno de los principales artífices de la transición española cumplió 80 años.

- Hubo una concentración a las puertas del Congreso de los Diputados. 


- En el Congreso había sólo 50 de los 350 diputados siguiendo el pleno.

- PP y PSOE junto con los demás votaron en contra de la propuesta, tildándola de populista y demagógica y diciendo que sólo servía para alentar la desafección de los ciudadanos ante sus representantes públicos.

Todo esto, aunque parezca que no, está íntimamente relacionado. Desde lo que se ha venido en llamar la transición española, los políticos no han hecho más que alimentar la idea de que son una casta alejada de los ciudadanos que sólo se preocupa de sus propios intereses. Casi todos los días he de escuchar como alguien me dice que estoy en política sólo para trincar, para llevármelo calentito, esa es la imagen que a día de hoy, treinta y un años después de la dimisión de Suarez, se tiene de los políticos. Hemos pasado del blanco al más oscuro de los negros....

La prueba más clara de lo que comento es lo que se vivió ayer en el Congreso de los Diputados, dentro y fuera. Por una parte un grupo no pequeño de ciudadanos se había concentrado para demostrar su descontento con la casta política y por la otra, un Parlamento casi vacío rechazaba frontalmente una moción de UPyD en la que se pedía algo tan de cajón como que el sueldo de los cargos públicos esté en consonancia con la responsabilidad que se desempeña, que no es posible que el alcalde de una ciudad cobre más que el Presidente del Gobierno. Todos, desde la llamada izquierda plural hasta los nacionalistas incluyendo, claro está al PPSOE, votaron en contra llamando demagogos y populistas a UPyD.

Esta mañana ningún periódico recoge lo que pasó dentro del hemiciclo, sólo se habla de lo que pasó fuera cargando las tintas ora en la policía ora e los manifestantes dependiendo del color del rotativo, no estaría mal que alguien dijese alto y claro que si las actitudes de dentro cambiasen cambiarían las de fuera.

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