miércoles, 28 de septiembre de 2011

Distintos lenguajes, distintos modos.


Dice el dicho que no es oro todo lo que reluce y también que tal palabra me dices tal corazón me pones. Dicen por ahí que obras son amores y no buenas razones y también que por sus obras los conoceréis. El refranero es sabio, eso también lo dicen.

El caso es que ayer, el Presidente del Gobierno dijo que saldríamos más pronto que tarde de la crisis y el candidato del PSOE dijo que no congelaría más pensiones ni bajaría el sueldo a los funcionarios, también hubo un grupo pequeño que volvió a proponer la rebaja de sueldo para los políticos y que coticen el 100% de lo que cobran. Como ven hay alguna diferencia diferencia.

El primero nos habla con un lenguaje pseudopoético con el objetivo de llenar minutos y minutos sin decir absolutamente nada, no hay fechas, no hay cifras y mucho menos nos cuenta el cómo del que. El segundo promete hacer aquello que dejó de hacer y que ahora mismo podría hacer. El que nos quitó dice que nos va a a dar y no nos cuenta porqué no nos lo da ahora mismo. Tenemos ante nosotros la cuadratura perfecta del círculo político, el virtuosismo del lenguaje que dice sin decir y del que promete sabiendo que del dicho al hecho... vuelta al refrán. Finalmente están los terceros, los que dijeron y hacen. Se presentaron a las municipales con un discurso en el que se exigía que los cargos públicos fueran ejemplo de la austeridad que se les exige a los ciudadanos, que se suprimiran duplicidades y privilegios y eso mismo es lo que piden ahora que han salido elegidos.

Todos queremos oir que no nos bajarán el sueldo pero lo que realmente demanda el pueblo es que los pólíticos den ejemplo suprimiendo prebendas y sueldos desproporcionados. La calle es un clamor contra un estamento político que se muestra sordo ante una ciudadanía que cada día y con más fuerza aumenta su indignación contra ellos.

Hay distintos lenguajes en la política y asociados a ellos distintos modos de llevar a cabo esas políticas. Cada vez es más evidente que el objetivo de PP y PSOE no son los españoles si no ellos mismos, la estrategia del engaño y de la polarización es abrumante y las artimañas con que se pretende silenciar a aquellos que van contra privilegios, sueldos y coches oficiales, sonrojante. Ahora tenemos los ciudadanos la oportunidad de hacernos oir con un lenguaje propio y contundente, el de las urnas, esperemos que también se cumpla el refrán es que dice que donde las dan las toman.

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