jueves, 5 de diciembre de 2013

La educación cortina de humo.


El informe PISA, la toalla desordenada del ministro Wert tirada por el suelo y los homenajes que sólo son recibimientos calurosos de los etarras no arrepentidos. Todo cuadra.

La actitud del Gobierno de Rajoy en lo que a educación se refiere no se comprende de ningún modo. Nadie en su sano juicio se empeña en primero, hacer una ley de educación teniendo en contra a todo el arco parlamentario y a las asociaciones de docentes y padres de alumnos y segundo, mantener a toda costa a un ministro que exhibe su palmito chulesco y prepotente allá por donde pasa. Digo, que nadie se empeñaría en tal despropósito si no fuera porque tuviese alguna otra razón oculta por ahí.

El discurso oficial se empeña en afirmar que la educación es algo vital y que hay que asegurar una calidad de la misma. Para ello se empecina en seguir con la tramitación de una ley que carece de consenso y a la que el resto de fuerzas políticas han condenado a muerte. Tenemos, pues, una proyecto sin recorrido que incide en polémicas absurdas como la obligatoriedad de la asignatura de religión a la vez que de manera incomprensible, elimina horas de filosofía y matemáticas. La pregunta es obvia, ¿de verdad le interesa al Gobierno que cambie la educación?, la respuesta no puede ser otra, rien de rien.

Al Rajoy, a Wert, a Soraya y al resto de ministros la educación se la trae al pairo, no puede ser de otro modo. Sabemos que no puede haber un cambio del modelo de enseñanza que no esté basado en una larga temporalización y no se puede evaluar si un modelo educativo funciona o no, si no dejamos que esté vigente un determinado periodo de tiempo. Empeñarse pues, en el enfrentamiento con la oposición sólo puede deberse a que el objetivo de la ley es ese mismo enfrentamiento y en ningún caso la excelencia académica.

Todo cuadra, polémicas y gestos chulescos que aireen el humo de la indignación y pongan el punto de mira sobre las carnes trémulas del ministro títere. Gestos, modos y declaraciones que cual trapo rojo atraigan las embestidas de una población que ha de olvidarse de que los asesinos salen a la calle, que los tratan como héroes y que las calles de muchas poblaciones son mucho menos seguras que ayer porque hay varios violadores y psicópatas sueltos por ellas.

La educación no importa. En la polémica todos ganan, el gobierno porque no se habla de lo otro y la oposición porque enardece a los propios y parece que hace algo.

Y mientras tanto no se deja de escuchar (para el que lo quiera oír) el terrible llanto y el crujir de dientes de unas víctimas traicionadas a las que se les obliga a pasar por otro infierno en vida....



1 comentario:

Karol_a dijo...

claro, ASÍ SALDRÁN LUEGO LOS INFORMES, MUCHO PEOR, PERO ESO SÍ, SEREMOS LOS PRIMEROS EN RELIGIÓN Y TODOS NUSTROS NIÑOS, TENDRÁN QUE SER CURAS O TEÓLOGOS. Muy bueno tu escrito lleno de razón y de rabia como la mía. Un saludo.