Hace unos días en Madrid sucedía lo siguiente:
El diputado en la Asamblea de Madrid por UPyD, Ramón Marcos, proponía la resto de sus compañeros una Proposición No de Ley en la que se pedía la regulación de los salarios de los alcaldes y concejales de España.
El resultado fue una especie de circo en el que unos y otros insultaban a Ramón llamándole demagogo y otras lindezas por el estilo, y es que a quién se le ocurre insinuar que los sueldos de los cargos públicos deben ser proporcionales a la responsabilidad desempeñada, lo lógico es que cada cuál cobre lo que le venga en gana y si al final un alcalde de una ciudad gana más que el presidente de la nación, pues oiga usted, son cosas que pasan.
Hoy veo con asombro como el secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, tiene intención de plantear hoy, en un encuentro con alcaldes socialistas, la necesidad de limitar el sueldo de los cargos electos municipales para hacerlos proporcionales al presupuesto y al tamaño de cada localidad. Una vez y no sin asombro se comprueba como PPSOE van copiando el programa de UPyD, de nuevo primero dicen que no, para luego decir que sí.
Supongo que este cambio radical en su discurso se debe a que se dan cuenta de que de seguir con esas políticas tan alejadas del sentir ciudadano, el torrente de votos que se les va a escapar camino a UPyD es tal que peligran gravemente sus poltronas, sea como fuere, no está mal eso de rectificar que dicen es de sabios.
Ahora habrá que ver (si lo que publica el Hoy no es finalmente un brindis al sol) la cara de esos mismos que gritaban furibundos que lo propuesto por Ramón era una barbaridad, acatar humillados la disciplina de partido y votar que donde dije digo, ahora digo Diego.
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