martes, 3 de abril de 2012

Bibliotecas públicas y bolsas de la compra.


Ayer tarde y gracias al libro de caras, tuve conocimiento de que el Ayuntamiento de Parla ha aprobado la implantación de un impuesto de 3 euros por la utilización de los servicios de la biblioteca municipal. La noticia de marras ha conseguido que se me revuelvan las tripas.

Espero que nadie se ofenda si digo que una biblioteca ha de cuidarse como si de un templo se tratase y aún más. El acceso de un modo gratuito y por parte de todos a la información que contienen libros, discos y soportes para vídeo, es imprescindible para que los ciudadanos puedan crearse una opinión sobre las cosas que les rodean y suceden y de ese modo puedan ser realmente libres. Es imposible crearse un criterio propio si uno no puede acceder a determinada información y no nos engañemos, las trabas para el acceso a las distintas formas de pensamiento y creación artística no sólo las ponen de un modo violento los estados totalitarios, se pueden poner muy democráticamente con una tasa como la que ha acordado el Ayuntamiento de Parla.

Se confunden los términos o tratan de confundirnos a los ciudadanos. En estos tiempos en los que el copago por determinados servicios está tan de moda pretenden hacernos creer que eso es la solución universal y nada más lejos de la realidad. Una cosa es imponer una tasa simbólica a determinado servicio para que no se abuse de él y otra ponerla sobre algo que no importa en absoluto que se abuse de ello. No es lo mismo que se despilfarren medicamentos porque como son gratis no pasa nada, a que los jóvenes españoles les entre el prurito de pasar muchas horas leyendo libros en la biblioteca que también es gratis.

Hace unas semanas el dueño de Mercadona ponía el ejemplo perfecto, hablaba de lo mucho que habían ahorrado las grandes superficies al cobrar por las bolsas de la compra. Reconozcámoslo, hacemos una compra de 50 euros y por no pagar 10 céntimos por las bolsas, nos la tramemos de casa. Esta es la realidad, así funcionamos. Por ello no está mal pensado que para evitar que los centros de salud se conviertan en lugares de reunión o para que las medicinas no se despilfarren, se ponga una pequeña tasa simbólica que nos disuada del abuso, pero en las bibliotecas no, en todo caso habría que hacer todo lo contrario.

No quiero entrar en el hecho de si ha sido determinado partido el que ha tomado la decisión porque está visto que PP, PSOE, IU, PNV, CiU, etc... son la misma cosa mal que les pese, aparatos mastodónticos que sólo luchan por su supervivencia y esta medida la podría haber tomado cualquiera de ellos.

Espero que la presión social les haga cambiar de opinión, para salir de la crisis no vale todo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Sigu, te paso un enlace de una entrada en el blog de un amigo mio sobre este tema...

http://varlania.blogspot.com.es/2012/02/desde-hace-unos-dias-he-visto-tenirse.html


N.

J. F. Sigüenza García dijo...

Gracias por el enlace, el mejor resumen sería el eslogan que pone Chema, "Las bibliotecas públicas no son un gasto, son una inversión".
Un abrazo.