Hay mentiras que de tanto repetirlas acaban dándose por ciertas. Esto es lo que, a mi modo de ver, ocurre con el famoso déficit.
Se supone y eso no voy a discutirlo, que todos nuestros males vienen dados por culpa de que gastamos más de lo que ingresamos (que eso viene a ser el déficit), nos endeudamos y eso está mal, la solución pues, está, en reducir esa diferencia entre gastos e ingresos. La cuestión es cómo hacerlo y es donde aparece la tan temida palabra: RECORTE.
Y unos dicen que el PP va a recortar en servicios sociales y los otros dicen que el PSOE fue el primero en usar la tijera. El ministro dice que las Comunidades Autónomas han de ajustarse a cierta cifra y aquellos que han de apretarse el cinturón dicen que eso es imposible ya que se verían afectados los servicios básicos, en este punto es donde comienza el humo y las maniobras de distracción.
Todo lo que escucho y leo referente a cómo afrontar la reducción del déficit afecta al ciudadano, sea rico o medio pobre, pero al ciudadano al fin y al cabo. Se habla de subir o bajar impuestos, de céntimos sanitarios, de eliminar interinos, de cerrar quirófanos y en el cruce de acusaciones entran todos los actores al escenario, sindicatos, partidos políticos, los empresarios y los de las PYMES. En el río revuelto se siembran miedos que terminan calando en el ciudadano como, por ejemplo, que es completamente necesario subirnos el IRPF, como que es vital que se aumenten las horas a los profesores, como que la sanidad es muy buena pero insostenible, que las pensiones han de ser bajadas... y poco a poco el mensaje se vuelve certeza y se asume que las cosas son como dicen ellos que son.
Ninguno de los actores principales habla de reducir los gastos que la estructura del Estado genera por ser como es. Nadie discute que las diputaciones deban ser modificadas o suprimidas, que los ayuntamientos tengan que reducir su número o que los diputados y ex-presidentes reduzcan parte de sus privilegios. Bueno nadie no, hay un grupo que propone y al que esos otros llaman demagogos y a los que la TVE ningunea y deja de nombrar y que llevan desde el 2007 diciendo que la solución no es mermar al ciudadano si no a la estructura del Estado, estructura que en parte se ha creado para que los partidos políticos den salida a los suyos.
No es verdad lo que nos cuentan. Lo que nos dicen puede que acabe con el déficit pero lo hará sin tocar el chiringuito que se han montado los partidos políticos que sólo piensan en cómo salvarse de la que está cayendo sin importarles un pimiento el ciudadano y el estado del bienestar.
No deberíamos dejarnos engañar, hay un modo diferente y por supuesto hablo de UPyD.
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