jueves, 29 de octubre de 2020

Hilo de Curiosidades.

Estaba esperando como agua de mayo que comenzase la nueva temporada de Gabinete de Curiosidades. En estos tiempos de tanto ruido, escuchar programas como este es como encontrar un oasis en medio del desierto.

 
Gabinete de Curiosidades se trata de un pódcast en el que Nuria Pérez va hilando temas de ayer y de hoy mientras profundiza en ellos con un gusto exquisito. Historias que puede que no sean portada de noticieros pero que siempre dejan un poso y dan paso a una reflexión que realmente son de agradecer.

Hoy he salido del trabajo y he caminado durante más de una hora hasta casa escuchando el primer capítulo de esta nueva entrega. Temía que al ser la tercera temporada no consiguiese mantener la intensidad de las anteriores y que ensombreciera el recuerdo tan grato que tengo de las dos previas, pero no, no me ha defraudado en absoluto. Sigue siendo magnífico.

Como digo al principio, en estos tiempos tan desagradables que nos está tocando vivir y que no lo son por culpa de un virus sino por el comportamiento mezquino y ruin de los seres humanos protagonistas de los mismos, escuchar una cadena de pensamientos bien hilados, exentos de prisa y con el tono narrativo de los mejores cuentistas, es una auténtica delicia.

En el capítulo alude Nuria a estos tiempos de lo inmediato en los que nada permanece y en los que un hecho terrible apenas llega a afectarnos pues casi al instante lo cambiamos por otra mueva sensación. En este impresionarnos, sentir y olvidar, ignoramos los procesos que están detrás de los hechos y la responsabilidad que tenemos en los mismos. Y es esta una reflexión que no puede venir más al caso.

Estamos inmersos en una red indestructible de relaciones mutuas, envueltos en una única prenda llamada destino. Cualquier cosa que afecte a una persona de manera directa, afecta indirectamente a todos.

Estoy deseando escuchar el siguiente.

sábado, 17 de octubre de 2020

Los chicos de la banda.

¿De quién es una película? Esa es la pregunta que planteó hace unas semanas en el programa de radio Cowboys de Medianoche, José Luis Garci. ¿Del director? ¿Del guionista? ¿Del actor principal? Si un cuadro o un libro no plantean problema a la hora de conocer su autoría, en el cine o en una serie de televisión la cosa no está tan clara.

Por ejemplo, la película de la que escribo hoy: Los chicos de la banda. ¿De quién es?


Inicialmente pareciera que pertenece a la productora. Una película original de Netflix reza el anuncio, pues eso, ni del director, ni del guionista, ni del actor principal, sólo de los que ponen la pasta. 

En mi caso la mayor parte de las veces la película es de la razón que me lleva a decidirme por verla. Puede que sea el director o que sea, como en este caso, del que entiendo puede considerarse el actor principal que no es otro que Jim Parsons


Tenía ganas de comprobar cómo recibo en otra caracterización, a quien tengo tan asociado a su personaje en la serie The Big Bang Theory y confieso que el resultado ha sido más que bueno. No hubo en todos los minutos de la cinta ningún gesto o viraje que me recordase a Sheldon y esto prueba el gran actor que es Parsons.

Los chicos de la banda es una de esas películas que ocurren en una sola estancia. En la que todos los actores tienen un protagonismo grande aunque no se puede negar que Jim Parsons es el hilo conductor que da pie a todos los demás. Transcurre en los últimos sesenta del siglo pasado y está realmente bien ambientada.

Si nos fijamos en sus protagonistas podríamos decir que es una película de temática gay pero creo que eso es sólo la punta del iceberg. Entiendo más bien que se trata de un drama íntimo en el que los sujetos protagonistas no son lo más importante.

Digo esto porque lo que más me ha gustado es lo que subyace a lo evidente: cómo gestionamos el amor, cómo gestionamos lo que somos, lo que sentimos o lo que queremos ocultar. La lucha interna que muchos hemos sentido en alguna ocasión y que nos enfrenta a esa pregunta que queremos resolver pero no nos atrevemos a plantearnos por miedo a conocer su respuesta.

Estos conflictos internos, particularizados para cada personaje están muy bien llevados. Sutiles, se dejan entrever las historias que están detrás sin resultar evidentes. Sin apelar al morbo dejan mucho a la imaginación del espectador lo que permite que la historia siga más allá del metraje de la cinta.

Luego está la fotografía y sobre todo la banda sonora. Todo ayuda a que esta película sea de las pocas que he visto en los últimos años en la que una vez he terminado de verla, no me quedo con la sensación de que podría haber sido mucho más y no se ha quedado a medias.

Lo dicho, una gran película.


lunes, 12 de octubre de 2020

Enola Holmes

Llevaba tiempo viéndola anunciada en la cabecera de Netflix pero por un cierto prejuicio contra esas cosas que se anuncian demasiado, no le había hecho mucho caso.

Este domingo pasado que por culpa de un 12 de octubre que parecía sábado, me decidí a darle una oportunidad.

Estoy hablando de Enola Holmes.

Antes de comenzar me pasé a leer las reseñas de FilmAffinity que de todos es sabido es la caterva más sesuda de pensamiento cinematográfico y tenía un 5,5... La verdad es que no animaba demasiado. Luego leí algunas opiniones, tampoco ayudaban. Aún así y con todo, la figura de Sherlock Holmes, la presencia de Helena Bonham Carter y los comentarios que leí sobre su protagonista Millie Bobby Brown, me hicieron decidirme

Después de los 123 minutos de película puedo decir que a mí me gustó.

Es una cinta que entretiene que ya es mucho. Es divertida, alegre y deja un buen sabor de boca.

No es una historia de detectives aunque lleve el apellido Holmes, si lo que se busca es una trama de complicados acertijos esta película le decepcionará, hay algo, un poco y a ese poco no se le presta demasiada atención. 

Dicen que es un alegato feminista... Bueno, visto lo visto en las calles de medio mundo yo no lo llamaría así ni de lejos. Es cierto que se plantean ciertas ideas sobre la independencia del individuo que en boca de una mujer pueden dar lugar a pensar que la película es feminista, pero no, ni de lejos. Antes es una comedia romántica, una película para ver en familia, una aventura de adolescentes que una proclama feminista. Por decirlo de otro modo, recuerda mucho más a las películas "reivindicativas" de Disney que a cualquier otra cosa.

Por decir algo que me choca y que no me cuadra demasiado, citaría el personaje de Sherlock Holmes. Henry Cavill es demasiado guapo, demasiado fuerte y sobre todo, le falta personalidad para ser un Sherlock creíble. Es posible que lo hayan hecho así para no eclipsar a la protagonista pero da la sensación de que se han dejado una baza por jugar que podría haber hecho que el resultado fuese mejor.

Al hilo del film, me vienen a la cabeza algunas preguntas ¿Habría triunfado en el cine convencional? ¿Qué le lleva a la productora a decidirse por las plataformas tipo Netflix en vez de por la pantalla grande? 

Siendo sincero, yo no creo que hubiese ido al cine a verla... Así que, en esta ocasión y al menos conmigo, han acertado, si hay una segunda parte, que todo parece indicar que sí, yo ya no tardaré tanto en verla.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Cataluña, perdemos todos.


Esta mañana pierden muchos y no gana nadie.

Desgraciadamente cuando la falta de generosidad y altura de miras es tu modus operandi, suele ocurrir que se avanza poco y se estanca uno en lo de siempre.

Hoy tenía que haber ganado, podría haber ganado, lo que algunos llamaron "el bloque constitucionalista" que de bloque no tenía nada pues ninguno de ellos hizo nada por ir en coalición con el resto. Hoy los rotativos podrían haber encabezado sus primeras páginas con un titular de unión alrededor de un proyecto histórico que devolviese libertades y sensatez a Cataluña. Pero no han querido.

Ni los viejos partidos tuvieron el coraje de proponerlo con una sola voz, ni los nuevos, ciegos de ansia de poder, tuvieron la altura de miras o la generosidad de encabezar un movimiento histórico.

Pasó el 155, pasaron las elecciones y todo sigue igual... Señores políticos ¿y ahora qué? ¿Cuándo van a pensar más en el bien común que en el de sus partidos? Espero que no culpen de este fracaso ni al sistema electoral, ni a los otros y ni mucho menos al electorado. Sólo hay unos culpables: Ustedes y su incapacidad.



PD: Y así, de este modo tan triste, retomo el blog.

lunes, 26 de octubre de 2015

The Martian


La película duró ciento cuarenta y pico minutos y se me hizo corta.

Supongo que la cinta empezó en el comienzo pero yo no llegué a verla bien hasta que el señor que estaba unas butacas más allá terminó su bolsa de gominolas y es que no hay que ser físico para saber que en la quietud del espacio cinematográfico los sonidos se amplifican y si uno es un poco, digamos propenso, a escuchar rumiar al de al lado, el principio no llega hasta un poco más allá del principio.

Sí, reconozco que soy de esos maniáticos a los que les molesta que la gente coma haciendo ruido y comente en voz audible el color del traje de la protagonista, tampoco me gusta que miren el móvil y aparezca, como un faro en la noche, una pantalla encendida en la oscuridad. Sólo soy tolerante con aquellos que comen mientras pasan los anuncios y próximos estrenos, pero creo que lo soy porque es lo mismo que hago yo.

Me animó a ir a cine una crítica que hizo Jesús en su facebook. Jesús no sólo comenta películas, también suele publicar recetas de cocina a esas horas en la que todos somos un poco como el perro de Pavlov y eso le hace tremendamente interesante, sadismo culinario le llamo yo, todo un ejemplo a seguir y como decía, fue por él que me decidí a ir a ver Marte, de Ridley Scott.


Es una película que trata un tema mil veces tratado, en la que sólo te preguntas en qué secuencia se le pinchará la rueda al vehículo marciano o si tendrá un final feliz o no. Pero, ¿qué más da que el tema esté repetido si la cosa entretiene? y en serio, esta película lo hace y dejándote además un buen sabor de boca.

La historia es de esas en las que cuando sales del cine estás convencidísimo de que tu verdadera vocación es la de ser astronauta y de que a pesar de los bloques hay un lugar para el entendimiento entre las naciones y que ese es el de la ciencia y que al final todo saldrá bien, hasta la música te transporta por que amigos, aunque pasen los años, el universo sigue siendo fascinante...


Así que les aconsejo que vayan a ver a Matt Damon y los suyos que igual no es tan guapo como George Clooney pero les aseguro que este film es infinitamente más entretenido que Gravity y además, y en esto creo que Jesús también me dará la razón, Jessica Chastain es mucho más maja que Sandra Bullock, por lo menos en lo que al color del pelo se refiere.

Termino de escribir esto habiendo perdonado por completo al de las gominolas y es que, como dijo el maestro, qué grande es el cine que es capaz de sacar lo mejor de cada uno.

martes, 20 de octubre de 2015

Robert de Niro vs blesayratoaltalego.com


La corrupción, según el CIS, es una de las mayores preocupaciones de los españoles. Pero, ¿qué es la corrupción?, aquí, como en tantas cosas cada cuál tendrá su opinión, aunque creo que todo el mundo estaría de acuerdo si decimos que son aquellas acciones por las que, aprovechándose de su posición social o administrativa, el que sea o los que sean, se saltan las normas para su propio beneficio.


La corrupción es un torpedo en la misma línea de flotación de la igualdad entre españoles. Hace que no todos juguemos en las mismas condiciones y lo que es peor, hace que unos tengamos que soportar económicamente los abusos de una minoría, nos hace más pobres, nos hace más vulnerables, nos resta libertad.

Ante esto se pueden tomar varias acciones:

- No votar a partidos que lleven corruptos en sus listas o soporten y apoyen gobiernos corruptos.

- Tratar de que la justicia actúe, denunciando, personándonos en los juzgados, persiguiendo y tratando de desenmascarar a aquellos que se lo están llevando crudo e impunemente delante de nuestras narices.

Lo que no sirve de nada es hablar de ello en la barra de un bar, lo que ya se ha demostrado que no sirve es denunciarlo en un programa de televisión o de radio con frases poderosas y piquitos de oro.

Ya lo dijo Robert de Niro en Ronin (1998) "Si no formas parte del problema, o formas parte de la solución o sólo formas parte del paisaje"
 


En UPYD no nos resignamos a ser sólo parte del paisaje, en UPYD llevamos tiempo tratando de ir más allá de las palabras y las barras de bar y se va notando nuestra acción. Por una parte hemos conocido todo el entramado de tarjetas negras y despropósitos varios, hemos visto a Rato declarar y por otra la asfixia informativa y financiera se ha cernido sobre nosotros

Ahora sólo queda tratar de explorar otras vías y modos o rendirnos, como lo segundo ni se plantea, hemos sacado esta campaña para recaudar fondos: blesayratoaltalego


Puede que alguien piense que acciones como esta no son propias de partidos políticos y puede que tengan razón si lo que entienden por partidos políticos son esas auguraciones de personas que no paran de hablar mientras se quedan inmóviles esperando tocar poder, pero hay otra forma de hacer política, la que hace daño de verdad a los corruptos, una forma que va más allá del bipartidismo ampliado que nos están vendiendo. Esa es UPYD, la que funciona.

lunes, 12 de octubre de 2015

12 de octubre, mis símbolos.


Muchos en el día de hoy dicen no creer en banderas ni en símbolos, dicen que pasan de colores y folclores y entiendo que hablen así pues en muchas ocasiones todos estas formas han sido utilizadas para colocar a unos encima de otros y justificar las más distintas barbaridades.

Pero como siempre hay un pero en todas las historias, la bandera, nuestro himno y el escudo de España pueden verse de otro modo, de ese modo que hace que me reconcilie con esta Patria nuestra que tantos disgustos me está dando últimamente.

Una bandera en la que aparecemos todos, los de arriba y los de abajo, los unos y los otros, todos: Los que heredamos un pasado de claros y oscuros y por los que corre sangre árabe, romana, celta y vaya usted a saber de qué tipo más.

Este 12 de octubre puede entenderse como un día rancio de costumbres trasnochadas, o como la fiesta de aquellos que nos sentimos unidos por unos lazos invisibles que van desde el continente americano, hasta lo más viejo de la vieja Europa.

Me gustan mis banderas, la de Europa, la de las Naciones Unidas, la de España, la de Extremadura, la de Madrid, la de Aragón y la de Castilla y León, todas ellas forman parte de mí. Me gustan también otras que sin pertenecerme cuando las miro del modo adecuado no me excluyen, me complementan, me recuerdan a otros que no son exactamente iguales pero que me gusta tener a mi lado, esos de los que tengo tanto que aprender.

Me gustan mis símbolos y los que sin serlo hacen este mundo más amable: Elvis, los Beatles, la pasta, el sushi, el flamenco, la manzana de Macintosh, el pingüino de Linux, la bandera del orgullo, todos ellos son de una u otra forma símbolos y todos ellos son buenos, la cosa es mirarlos de la manera adecuada, que sirvan para unir y no para excluir. Ver en cada "forma" un lugar de encuentro.


Por ello, feliz 12 de octubre y a recuperar esa España que nos hace sentirnos orgullosos a todos, la de todos, esa en la que no sobra nadie y nos hace cada día mejores.