Había una vez que se era dos hombres que mandaban mucho, Berlusconi y Zapatero. Sus países estaban fatal y tenían una prima común que era muy peligrosa, tanto que la llamaban la prima de riesgo.
Hablaron un día de agosto con un tal Sarkozy y después de madurar lo escuchado uno de ellos se fue a Doñana a descansar y el otro les dijo a sus diputados que debían ponerse a trabajar de inmediato.
Así son las cosas, aunque los siglos avancen las fábulas siguen igual de vigentes. La cigarra y la hormiga de nuestros días, lo malo es que a nosotros nos ha tocado la cigarra...
No hay comentarios:
Publicar un comentario